Escribir
Nunca supe por qué razón tenía la necesidad de esculpir palabras con tintas en libretas viejas y usadas. La mayor parte del tiempo era garabatear sobre hojas los impulsos, ideas y pensamientos que me estallaban en la cabeza.
Algunas veces creía que era una simple necesidad, igual que algunos tocan un instrumento, esculpen o son capaces de ver que una realidad, en mitad de cualquier sitio es una imagen con significado y la captan para la eternidad.
Muchas veces me habéis escrito para que os asesore o critique, para que os diga cómo escribir, cómo crear personajes o cómo hacer que las palabras encajen. ¿Qué puedo hacer yo? Si cuando escribo me limito a expresarme, me limito a sacar enredos y nudos que tengo dentro, en mi cabeza, en el sitio (esté donde esté) donde habita mi alma. No puedo daros consejos, puedo leer algo y decir si me gusta o no, si hay que trabajarlo o no.
Nunca supe por qué razón las palabras salían de mí, me lo pregunte mil veces sin una respuesta mejor que otra. Dentro de un mes hará un año que todo este motor empezó a funcionar, que la casualidad me indico que mi pequeño relato (que despierta amor y odio) estaba siendo leído en muchos países diferentes, meses después cuando saqué otros libros y asimile todo lo que estaba pasando supe por qué razón las palabras salían de mí, algo dentro me confirmo: Señorita Ainhoa sea usted mejor o peor, usted es y siempre ha sido escritora.
Justo en ese momento supe que tuvieran menos o más tirada, mis libros seguirían saliendo. ¿Qué es escribir? ¿Por qué escribo? Fácil, es lo que soy y es lo que necesito ser.