De perros y viejos
- Y vosotros ¿vais a tener hijos?
- Oh no, ya tenemos un perro
Una vez unos amigos me soltaron eso, ambos rondaban los 40. Es obvio que tanto en España como en la mayor parte de los países europeos estamos viviendo un cambio, el de las parejas que prefieren tener mascotas a hijos.
Si lo pienso dos veces, pues una mascota te quiere de forma incondicional, pase lo que pase, siempre va a ser una monada, económicamente es más barata, no se va a volver respondona, te va a dar menos sobresaltos, etc… Un hijo en cambio, al principio son noches sin dormir, tarda mucho más en ser independiente que una mascota, y cuando lo es llegan los problemas, además con el tiempo dejan de ser monos, para convertirse en preadolescentes, adolescentes y jóvenes que sí que dan problemas. Las parejas, el sexo (tener que explicárselo), las notas, los deberes, la hora de llegar a casa, los piercings, la desobediencia, las palabras feas, las discusiones. Tener una mascota es infinitamente más tranquilo, relajado que el torbellino de amanecer en tu vida una personita.
Pero no nos engañemos, tener hijos nunca ha sido fácil. Pero la juventud europea lo quiere todo fácil, porque siempre lo han tenido así. Son los hijos queridos, nacidos en sistemas democráticos que funcionaban, acostumbrados a tener servicios públicos como sanidad, educación, pensiones, etc…… Son los herederos del trabajo anterior. Y me preocupa, esa falta de último hervor. Ya me resultaba preocupante ver en el zoo y otros sitios a parejas de personas muy mayores con niños pequeños… pero al menos los querían tener. Pero la generación por delante de la mía y la mía propia, no es que decidan tenerlos mayores es que directamente prefieren una mascota.
¿Pero si todos tienen mascotas y no hijos, saben realmente lo que les espera? Les espera un futuro con muy pocos jóvenes y niños, eso se traduce en una sociedad envejecida. Se les olvida que nuestro sistema del bienestar con nuestros servicios sociales funciona porque la mayor parte de la masa de la población está activa, es decir trabaja y produce dinero, paga impuestos. Pero, si no hay jóvenes que trabajen ¿De dónde se saca el dinero? Porque si no hay suficientes jóvenes, ¿De quién recaudamos los impuestos para el bienestar? El futuro entonces se adivina como una gran superpoblación de viejos sin pensión, ni prole, pero sí llena de perros y gatos adorables adoptados.
Quién sabe, quizás la solución sea poner a cotizar a nuestras mascotas… justamente entonces igual dejan de amarnos tanto.
Lo más triste es que este tipo de decisión la toman los pocos jóvenes que pueden permitirse económicamente tener hijos. Actualmente en esta España mía hundida en la crisis podemos ver a muchos hombres y mujeres de más de 30 años viviendo con sus padres, sin trabajo ni posibilidad de tenerlo en un futuro cercano, jóvenes que no se están emparejando, que no están teniendo hijos, jóvenes que ni siquiera pueden decidir entre hijos y mascotas. Estamos perdiendo a toda una generación de hijos que no están naciendo, estamos perdiendo el futuro de nuestro bienestar. Pero siempre nos quedará una futura España llena de perros y viejos.