Y para celebrarlo bien nada mejor que algo para leer…
Zapato mojado
El zapato se mojó y era lo único en lo que podía pensar. Ese zapato antaño de hombre, ahora más suyo que nunca. De rojo descolorido que nunca chocaron entre sí para llevarla al hogar. Ese zapato viejo y descuidado, estaba mojado.
“Aquello era el fin del mundo” se decía.
Diez años de aquellos zapatos robados en secreto, nada había servido porque estaban mojados. La catástrofe fue total cuando al sacárselos vio que la suela de despegaba.
Alrededor de la suela un caos de cosas desapareciendo menos los zapatos que llevó él, el otro él. Las cosas se movían, desaparecían tras el clac de la puerta. Él, uno sin importancia se fue no sin antes traer el apocalipsis.